domingo, 18 de agosto de 2013

PEPE LUIS VAZQUEZ, en el recuerdo

 
El Maestro Pepe Luis Vázquez

     El 19 de Mayo último (2013), andaba uno por Sevilla celebrando un acontecimiento familiar (la primera comunión de un nieto) cuando al filo de las diez de la noche la voz amiga de mi entrañable Juan Vázquez Garcés me decía, a través del teléfono, que su hermano José había muerto. Su hermano era, nada más y nada menos, que Pepe Luis Vázquez, cumbre inalcanzable de la torería s e v i l l a n a , p r i n c i p a l representante de una manera angélica y maravillosa de torear.
      No me cogía de sorpresa la noticia. Dos d í a s  a n t e s, en mi habitual tertulia del Cairo, en la calle Reyes
Católicos, muy cerquita del Puente de Triana, Julio Pérez”Vito” y Andrés Luque Gago me habían dicho que Pepe Luis estaba “mu malito”, que había tenido una caída en su domicilio, hiriéndose en la cabeza, todo ello agravado por su avanzada edad, por sus 91 años.
Antonio Ordoñez, L.M. Dominguín y Pepe Luis Vázquez
      Mi mente echó marcha atrás buscando en el archivo de los recuerdos, y se detuvo en el año 1.939, cuando uno apenas tenía siete y ya acudía a los toros de la mano de su padre y oía hablar a los aficionados de un chaval surgido en la llamada Zona Nacional y que tenía alborotada a toda la afición taurina. Apareció por Murcia tan pronto se reanudaron los festejos en nuestra Plaza y hasta en tres ocasiones hizo el paseíllo en ella acompañado de Pedro Barrera, del Niño del Barrio, de Juanito Doblado, de Rafael Perea ”El Boni”…. Tres actuaciones con cortes de orejas y rabo que hicieron surgir en nuestra ciudad un núcleo importante de “ p e p e l u i s i s t a s ” e n c a b e z a d o s p o r aficionados de solera como Paco el del Rhin, L e o p o l d o A y u s o , D. Eugenio Alcántara…
      Tomó la alternativa en su Sevilla natal el 15 de Agosto de 1.940, de manos de Pepe Bienvenida, con Gitanillo de Triana como testigo y actuando en nuestra Feria de Septiembre con Domingo Ortega y Manolete (¡Vaya cartel!). Volvió a la Condomina el 12 de Octubre siguiente formando terna con Pepe Bienvenida y Pascual Márquez, otra esperanza sevillana que se malogró al encontrar la muerte el año siguiente, en Madrid, ante un toro de Concha y Sierra.
Antonio Ordóñez, Hemingway y Pepe Luis Vázquez
     Las tres corridas que se celebraron en Murcia, en la feria septembrina de 1.941, las toreó Pepe Luis. El día 7 con Juanito Belmonte, (el hijo del Pasmo de Triana) y Manolete. El día 8, en festejo de ocho toros, con Belmonte, Manolete y Pedro Barrera, y el día 9 con Rafael Ponce ”Rafaelillo”, tío abuelo de Enrique y Pedro Barrera.
      No volvió aquí hasta 1.948, en un lluvioso Domingo de Resurrección, con Antonio Bienvenida y Manolo Escudero.
      Se apartó de los toros en 1.953 y tuvo una fugaz reaparición en 1.959 haciendo ese año el paseíllo en nuestro coso con Antonio Ordoñez y Curro Girón.
      En sus años de retiro, Pepe Luis apenas se dejó ver. Hombre sencillo en extremo, era poco amigo de homenajes, tenía la humildad de los verdaderamente grandes y vivía alejado del taurinismo.
      Naturalmente, estaba en posesión de la Medalla a las Bellas Artes y la de Hijo predilecto de Sevilla.
Pepe Luis Vázquez
      En las temporadas de 1.941 y 1.942 ocupó la cabeza del escalafón sumando cada año más de noventa actuaciones. La desgraciada cogida en Santander, el 25 de Julio de 1.943, supuso un frenazo en su carrera. Resbaló en la cara del toro y éste le rajó totalmente la mejilla. La clásica cornada de espejo que cuesta mucho trabajo olvidar.
      Alternó en 122 ocasiones con Manolete y era el rival ideal del Cordobés puesto que ambos tenían estilos diametralmente opuestos. Pero Pepe Luis no era hombre de pelea, no era hombre de atropellar la razón. El mismo le decía al Monstruo: ”Manolo, te estás metiendo en un callejón sin salida, estás acostumbrando a los públicos a verte cortar orejas todas las tardes y eso no puede ser”. En efecto, en Linares esperaba ese callejón sin salida.
Placa en Sevilla, C/ San Bernardo, nº 6-8-10 donde nació
 
      Tuve la suerte de conocer a su hermano Manolo Vázquez, que en varias ocasiones ocupó la tribuna de nuestro Club Taurino y tengo la fortuna de contar, entre mis amigos más cercanos con Juan, el hermano menor del Rubio de San Bernardo. Nos vemos siempre en mis frecuentes viajes a Sevilla y por él sabía del delicado estado de salud del torero de San Bernardo. Desde hace años apenas veía y apenas oía. En más de una ocasión Juanito me ha propuesto: ”Vamos a coger un taxi y nos acercamos a Nervión, al chalet de mi hermano, a que lo conozcas”. Siempre me negué. No quería verlo derrotado por la vida. Quería conservar el recuerdo de aquel muchacho rubio, todo torería y gracia torera que le inspiró al gran poeta Rafael Duyos aquellos versos que decían:
Pepe Luis lo llama: ”Toro”
Y el toro clava los cuernos
En el aire de la tarde
Y se funden sobre el ruedo
En un milagro de gracia
Capote, toro y torero.                                                                                                                  
Los ángeles hacen palmas,
Desde sus palcos del cielo.
                                                                                                      por Andrés Salas Moreno

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