El Maestro Pepe Luis Vázquez |
El 19 de Mayo último (2013),
andaba uno por Sevilla celebrando un acontecimiento familiar (la primera
comunión de un nieto) cuando al filo de las diez de la noche la voz amiga de mi
entrañable Juan Vázquez Garcés me decía, a través del teléfono, que su hermano
José había muerto. Su hermano era, nada más y nada menos, que Pepe Luis Vázquez,
cumbre inalcanzable de la torería s e v i l
l a n a , p r i n c i p a l representante de una manera angélica y maravillosa
de torear.
No me cogía de sorpresa
la noticia. Dos d í a s a n t e s, en mi habitual tertulia del Cairo,
en la calle Reyes
Católicos, muy cerquita del Puente de Triana, Julio Pérez”Vito” y Andrés
Luque Gago me habían dicho que Pepe Luis estaba “mu malito”, que había tenido
una caída en su domicilio, hiriéndose en la cabeza, todo ello agravado por su
avanzada edad, por sus 91 años.
Antonio Ordoñez, L.M. Dominguín y Pepe Luis Vázquez |
Tomó la alternativa en
su Sevilla natal el 15 de Agosto de 1.940, de manos de Pepe Bienvenida, con Gitanillo de Triana como testigo y actuando en nuestra Feria de Septiembre
con Domingo Ortega y Manolete (¡Vaya cartel!). Volvió a la Condomina el 12 de
Octubre siguiente formando terna con Pepe Bienvenida y Pascual Márquez, otra
esperanza sevillana que se malogró al encontrar la muerte el año siguiente, en
Madrid, ante un toro de Concha y Sierra.
Antonio Ordóñez, Hemingway y Pepe Luis Vázquez |
Las tres corridas que
se celebraron en Murcia, en la feria septembrina de 1.941, las toreó Pepe Luis.
El día 7 con Juanito Belmonte, (el hijo del Pasmo de Triana) y Manolete. El día
8, en festejo de ocho toros, con Belmonte, Manolete y Pedro Barrera, y el día 9
con Rafael Ponce ”Rafaelillo”, tío abuelo de Enrique y Pedro Barrera.
No volvió aquí hasta
1.948, en un lluvioso Domingo de Resurrección, con Antonio Bienvenida y Manolo
Escudero.
Se apartó de los toros
en 1.953 y tuvo una fugaz reaparición en 1.959 haciendo ese año el paseíllo en
nuestro coso con Antonio Ordoñez y Curro Girón.
En sus años de retiro,
Pepe Luis apenas se dejó ver. Hombre sencillo en extremo, era poco amigo de
homenajes, tenía la humildad de los verdaderamente grandes y vivía alejado del
taurinismo.
En las temporadas de 1.941 y 1.942 ocupó la
cabeza del escalafón sumando cada año más de noventa actuaciones. La
desgraciada cogida en Santander, el 25 de Julio de 1.943, supuso un frenazo en
su carrera. Resbaló en la cara del toro y éste le rajó totalmente la mejilla. La
clásica cornada de espejo que cuesta mucho trabajo olvidar.
Alternó en 122
ocasiones con Manolete y era el rival ideal del Cordobés puesto que ambos
tenían estilos diametralmente opuestos. Pero Pepe Luis no era hombre de pelea,
no era hombre de atropellar la razón. El mismo le decía al Monstruo: ”Manolo,
te estás metiendo en un callejón sin salida, estás acostumbrando a los públicos
a verte cortar orejas todas las tardes y eso no puede ser”. En efecto, en Linares
esperaba ese callejón sin salida.
Placa en Sevilla, C/ San Bernardo, nº 6-8-10 donde nació |
Tuve la suerte de
conocer a su hermano Manolo Vázquez, que en varias ocasiones ocupó la tribuna
de nuestro Club Taurino y tengo la fortuna de contar, entre mis amigos más
cercanos con Juan, el hermano menor del Rubio de San Bernardo. Nos vemos
siempre en mis frecuentes viajes a Sevilla y por él sabía del delicado estado de
salud del torero de San Bernardo. Desde hace años apenas veía y apenas oía. En más
de una ocasión Juanito me ha propuesto: ”Vamos a coger un taxi y nos acercamos
a Nervión, al chalet de mi hermano, a que lo conozcas”. Siempre me negué. No
quería verlo derrotado por la vida. Quería conservar el recuerdo de aquel muchacho
rubio, todo torería y gracia torera que le inspiró al gran poeta Rafael Duyos aquellos
versos que decían:
Pepe Luis lo llama: ”Toro”
Y el toro clava los cuernos
En el aire de la tarde
Y se funden sobre el ruedo
En un milagro de gracia
Capote, toro y torero.
Los ángeles hacen palmas,
Desde sus palcos del
cielo.por Andrés Salas Moreno
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