Procesión del Corpus Christi en Sevilla |
Uno llega aquí, con suficiente
antelación, en vísperas del Corpus Christie y advierte con regocijo, al fin y
al cabo cristiano viejo, que la ciudad, a varias fechas vista, ya se está
engalanando para festejar al Santísimo Sacramento del Altar, al Amor de los
Amores.
En la página religiosa de ABC hispalense
se anuncian, por lo menos en diez iglesias, solemnes triduos, orador sagrado
incluido, preparatorios de la solemne festividad que se avecina. Por muy laicos
que sean sus gobernantes, Sevilla sigue siendo Sevilla en cuanto a
religiosidad. En la Plaza de San Francisco, espaldas del Ayuntamiento, ya se
levanta un arco monumental bajo el que ha de pasar la Custodia.
Coincide otro acontecimiento estos
días. El Señor de Sevilla, es decir, Jesús del Gran Poder, ha abandonado por
unos meses, debido a unas obras, la Iglesia de San Lorenzo y se ha trasladado a
la capillita de un convento, la de Santa Rosalía. Me lo comentan, en la terraza
de la cafetería del Hotel Bécquer, dos banderilleros de prestigio: Rafaelito
Torres, al que uno vió tantas veces en la cuadrilla del llorado Paquirri, y
Curro Puya, descendiente de aquel Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de
Triana”, conocido también como Curro Puya, que perdió la vida ante un toro de
Graciliano en el año 1931, en la vieja Plaza de Toros de Madrid.
Curro Puya "Gitanillo de Triana |
Pues bien, Rafael Torres y este Curro
Puya, en la actualidad asesor del palco presidencial de la Maestranza y antes,
mucho antes, banderillero en la cuadrilla de Antonio Ordóñez, me dicen que en
la capilla, tan chica, da más gusto ver al Gran Poder, porque lo tienes casi al
alcance de la mano, más cerquita.
Me lo corrobora otro gran torero de
plata, Andrés Luque Gago. Mi tocayo ha bajado desde su domicilio de Valencina,
a charlar un rato conmigo. Y aquí estamos, en la calle Reyes Católicos, muy
cerca del Puente de Triana. Ahí mismo, en la acera de enfrente, en el número
tres, vivía Ricardo Torres “Bombita”, el torero de la eterna sonrisa, como le
llamaban los cronistas de la época. El que, junto a Machaquito, ocupa esos años
de sede vacante que va desde la retirada de Rafael Guerra “Guerrita” hasta la
aparición explosiva de Joselito y Belmonte. Andrés ha estado estos días en la
feria de Osuna, ciudad donde tiene un hijo Juez y me habla y no acaba de un
chaval, reciente matador de toros, que ha visto allí y que se llama Daniel
Luque. Habrá que verlo.
Luque Gago |
Andrés es un hombre de inquietudes
literarias y quiere verter en un libro las experiencias vividas a lo largo de
sesenta años en el mundo del toro. Muy joven, de novillero incipiente, tuvo la
suerte de alternar en tentaderos, allá por los años cincuenta, con Rafael “El
Gallo”, con Juan Belmonte, con Manuel Jiménez “Chicuelo”, el torero nacido en
la calle Betis y criado en la Alameda de Hércules, el impulsor de la escuela
sevillana. Pura filigrana su toreo.
Luego, mi amigo, cuando no vió claro lo
de hacerse matador, cambió la muleta por el capote de brega y las banderillas y
fue un importantísimo peón en las cuadrillas de Luis Miguel Dominguín, Antonio
Ordóñez, Paquirri… Con un torero que era punto y aparte, Rafael de Paula,
terminó su carrera en los ruedos. Luego, apoderó al enigmático gitano de Jerez.
Hombre muy preparado, de verbo fácil,
es muy solicitado para dar conferencias y en nuestro Club Taurino de Murcia ya
dio buena prueba de ello y, quizás, cuando se publiquen estas letras, habrá
honrado otra vez nuestros Martes Taurinos.
Luque Gago toreando |
Los 82 años del Vito no se ven por
ningún lado. Ni una arruga en el rostro, ni mucho menos, en su impecable traje,
siempre con la sonrisa franca para el amigo y el piropo de buena ley, oportuno,
para la mujer guapa que pase por su lado.
Hoy mismo ha entablado conversación, no
se cómo, con una linda holandesita que se ha sentado a su lado, en el Bar, con
la intención de oír conversaciones en español y que así, se le fuera pegando el
idioma. Julio se ha presentado como
torero (es lo primero que dice cada vez que conoce a alguien:”mire usted, yo
soy torero”) y como sorprendiera alguna mirada maliciosa de los amigos que por
allí pasaban les decía en voz alta: “Eh, que es mi nieta”.
Luque Gago, Nicolás Salas, La Consejera de Cultura, EL VITO y Ortega Cano |
Este invierno el teléfono me despertó a
hora temprana. Mi hijo me decía que el Vito había ingresado en el Hospital de
San Juan de Dios, en Bormujos. Una caída en su domicilio, con fractura de
cadera. Me alarmé, pero nada. Tras una pronta intervención quirúrgica y una eficaz
y constante rehabilitación Julio volvió a ser el de siempre, en un tiempo
record. Tan agradecido está a Marisol, la fisioterapeuta, que al otro día se
presentó en la Sala de Rehabilitación del Hospital, pidió silencio y así les
habló a los enfermos que allí estaban haciendo sus ejercicios:”Señores, hace
dos meses entré yo en este lugar mucho peor que ustedes, pero hice todo lo que
me mandó esta señorita y fíjense cómo estoy”. Y levantó los brazos como si
fuera a poner un par de banderillas. “Obedezcan a Marisol y se pondrán bien muy
pronto”. Sonó una ovación y saludó como si estuviera en La Maestranza.
Pasa por allí Victoriano de la Serna y
recordamos su toreo de capa, que aprendió de su padre, el genial Victoriano de
los años treinta que bajaba las manos de modo increíble. “Desde una distancia
de muchos metros ya traía al toro metido en el capote”, me dice.
El Vito me acompaña hasta la parada de
taxis de la Plaza Nueva. Como es de natural algo coqueto se me adelanta unos
pasos, para que lo vea andar, a la vez que me pregunta:”¿Se me nota lo de la
fractura?”. “No, Julio, que estás para reaparecer ya mismo”.
El Vito recibiendo un homenaje |
Y a la tarde los toros. Los alrededores
de la Plaza son un hervidero. Media hora antes de empezar el festejo Su
Majestad el Rey Juan Carlos I inaugura el monumento que Sevilla le ha erigido a
su Augusta Madre doña María de las Mercedes, situado delante del palacio de los
Maestrantes, a muy pocos metros de la Puerta del Príncipe.
Es el día ilusionado de la alternativa
de Oliva Soto, un gitanito de Camas. Curro Díaz, un artista de Linares, va a
ser el padrino y de testigo oficiará el malagueño Salvador Vega. Abre plaza un
rejoneador que viene apretando lo suyo, Diego Ventura.
Inauguración del monumento a Dª María de las Mercedes, madre del Rey |
Ambiente de fiesta grande, en la calle
Adriano el saludo cordial de Sebastián Cortés, director de la Escuela Taurina
de Albacete, que viene, ex profeso, a la alternativa del hermano de raza.
Alfonso Ordóñez Araujo, hijo de aquel que “era de Ronda y se llamaba Cayetano”,
hermano del inmenso Antonio, y uno de los grandes hombres de plata que he visto
en los ruedos, acude a la puerta por la que sabe que tengo que acceder a mi
abono a darme un abrazo. Un amigo de los que te sientes orgulloso de haber
conocido. Gran persona.
Y al tendido. Instantes después aparece
Su Majestad. Le acompaña la Infanta Elena, elegantísima, luciendo la mantilla
española. El Himno Nacional nos pone a todos un nudo en la garganta.
Alfonso Ordóñez |
P.D. Naturalmente, también pasé por el
Donald, donde siempre te encuentras con la afectuosidad de Mariano, de Manolo
Sosa y de todos los empleados, amén de sus riquísimas viandas. Por allí andaba
César Rincón y esposa, que lidiaba al día siguiente, 18 de Mayo, sus novillos
del Torreón en la Maestranza.
No volví. ¿Qué me ocurrió?. ¿Qué se me
quebró dentro del ánimo?. ¡Casi nada!. Los recuerdos me jugaron una mala pasada.
De momento, de momento, el Donald, sin Manolo González no es el mismo.
Andrés Salas Moreno
Abril-junio-2008
Tuve la suerte de compartir parte de mi vida con d.Andrés Salas Moreno gran aficionado mejor amigo y excelente persona siempre estarás eni corazón hasta que espero que el verdadero Maestro jesucristo nos de la oportunidad de volvernos a darnos un fraternal abrazo Alfonso ORDOÑEZ Araujo.Torero.
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